Trucos en los Casinos que se Deben Evitar

Los casinos no hacen trampas, al menos no los que tienen buena reputación, porque no tienen necesidad de hacerlo. Cada juego de casino está diseñado para que la casa gane más de lo que pierda, en el largo plazo, así que, en verdad, no necesitan hacer trampas.

Desde luego, los casinos buscan maximizar sus ganancias, pero bajo la estricta supervisión a la que ellos están sujetos, porqué arriesgarse a echar a perder algo bueno que tienen, para ir tras algo de ganancias extras. sería ilógico.

Sin embargo, esto no quiere decir que algunos casinos no recurrirán a ciertos trucos legales para ampliar sus ventajas.

Los Juegos Ficticios de Una y de dos Barajas

Una práctica engañosa muy conocida es ofrecer un juego que, a primera vista, se juega con uno o dos mazos, cuando, en la realidad, es algo bastante distinto.

Un crupier en un juego de mano, como de costumbre, sostiene uno o dos mazos y reparte las cartas. A veces, sin embargo, si se mira más de cerca, se verá una máquina mezcladora que contiene un mazo de cartas y el crupier está, realmente, sacando el equivalente a uno o dos mazos de cartas y repartiéndolas. En cuanto se terminan, el crupier las devuelve a la máquina y las vuelve a sacar.

Esto no es un juego de uno o dos mazos, es más bien un juego disfrazado de cuatro mazos o más. Y, como sabemos, mientras mayor es la cantidad de mazos, más aumenta la ventaja de la casa.

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El Premio 2 por 1

Algunos juegos ofrecen los premios 2 por 1 all blackjack. ¡Eso es genial! Vuelva a leer. Dice 2 por 1, no 2 a 1. Dos por uno es sólo otra forma de decir dinero seguro. Eso significa que luego de ganar la mano, el jugador recibirá dos veces la apuesta original (si la apuesta fue de $100, el jugador recibirá un total de $200  la apuesta original más los $100 ganados, en otras palabras, dinero seguro). Esta regla se usa, con más frecuencia, en las máquinas de blackjack, pero también se puede ver en algunas mesas en vivo.

Con el objeto de comparar, un premio de 2:1 (2 a 1) quiere decir que el jugador ganará dos veces su apuesta inicial, más la apuesta inicial. Digamos que el jugador apuesta $100. Si el premio es 2 a 1, el jugador ganará $200 y recupera su apuesta inicial por un total de $300.

Esta regla sigue la misma lógica del premio estándar de 3:2, donde se ganan, además de, tres dólares por cada dos dólares apostados. Por ejemplo, una apuesta de $100 hará que el jugador gane $150 más la apuesta original de $100, lo que hace un total de $250.

De tal modo, un premio de 2:1 es la mejor transacción para el jugador, pero los casinos suelen usarlo sólo como una promoción. Luego viene el premio estándar 3:2 y después vienen las reglas que son muy desventajosas para el jugador, como los premios 2 por 1 y 6:5.

El premio 6:5 es otro truco que los casinos tratan de usar, confiando en las personas que no pueden hacer matemáticas simples. Un premio de 6:5 le paga al jugador seis dólares por cada $5 apostados. Por ejemplo, una apuesta de $100 haría ganar $120, en vez de $150 con el premio estándar de 3:2. Al participar en un juego con un premio de 6:5, el jugador está botando el 60% del bono de premio por blackjack que los juegos tradicionales ofrecen.

A primera vista, esto podría no parecer una gran cosa, pero de hecho, lo es. Un premio de 6:5 triplica la ventaja de la casa por sobre el jugador y es, realmente, mucho peor que participar en el juego de 9 mazos más desagradable para los jugadores, que tiene un premio por blackjack de 3:2.

Nunca participar en juegos con un premio por blackjack de menos de 3:2.

Otro intento hecho por los casinos para incrementar, de forma significativa, su ventaja sobre los jugadores es ofrecer juegos de una baraja, donde las cartas se mezclan después que el mazo completo se ha acabado, el truco es que estos juegos también pagan dinero seguro por blackjack, lo que añade más de un 2% a la ventaja del casino.

Apuestas Adicionales

Ya hemos explicado antes en nuestra guía que “el seguro” no es para nada un seguro, más bien es una simple apuesta adicional que no da ninguna ventaja al jugador con estrategia básica, precisamente lo contrario. Y lo mismo sucede con la opción del “dinero seguro”, que, en lo básico, es lo mismo que un seguro cuando el jugador tiene un blackjack. Nunca elegir el seguro o dinero seguro, a menos que se sea un avezado contador de cartas y se haya visto una ventaja favorable.

Hacerles Trampas a los Aasinos

Es un poco ilógico que un casino haga trampas y arriesgue arruinar su reputación por algo de ganancias extras. Después de todo, los casinos siempre estarán adelante, en el largo plazo, debido a la forma en que sus juegos están diseñados, lo único que necesitan es un flujo estable de jugadores que generen esas ganancias.

Sin embargo, la posibilidad de malas prácticas en los casinos, siempre, está ahí, sin considerar si es una política establecida por la administración o accionada por crupieres individuales que aspirar a cumplir metas.

Una cosa sobre la que se debería estar consciente es que la colocación de la nueva baraja o mazo de cartas se haga delante de todos los jugadores y que sea, claramente, visible. Las cartas se deben distribuir boca arriba y de a un mazo a la vez, de esa forma los jugadores tienen la certeza de que no hay trampas de por medio. Si a los jugadores no se les da la oportunidad de examinar los mazos recién colocados, sería mejor que el jugador se fuera de ese casino. Si el supervisor de mesas llega a la mesa para revisar las cartas durante el juego, también se debería hacer de tal forma que los jugadores puedan ver, con claridad, lo que está pasando, de lo contrario, el jugador también debería dejar el casino.

Además, tener cuidado con movimientos de manos inusuales del crupier. Una de las prácticas engañosas más comunes es revisar cuál es la siguiente carta en el mazo, y si es una buena (generalmente, un As o una carta que vale 10), el crupier no repartirá esa carta, en su lugar, sacará la que está debajo de esa y guardará la primera carta para él o para alguien específico en la mesa.

Es necesario estar vigilando cuáles son los movimientos que hacen los crupieres, como mirar su reloj de pulsera o sostener las cartas con el pulgar encima del mazo. Esto permite que el crupier dé un vistazo al valor de la carta que está encima al doblarla o deslizar la carta hacia atrás y repartir la segunda.