Dividir Pares en el Blackjack

blackjackComo ya lo hemos explicado en los artículos introductorios, cuando el jugador recibe un par o dos cartas que valgan 10, sin importar si son abiertas o tapadas, éste tiene la posibilidad de dividir la mano en dos y cada una de las dos nuevas manos se juega como una normal. Existen, obviamente, variaciones en la regla que, por ejemplo, limitan el número de veces que se puede volver a dividir o que no se permite volver a dividir ases, pero, en general, estas manos se juegan como una mano corriente.

Como con cada uno de los otros escenarios en las estrategias básicas, la decisión de dividir un cierto par o no depende del par mismo y de su importancia para la carta a la vista del crupier.

No Dividir los 10

Dividir una mano de 10-10 desafía toda lógica, a menos que el jugador sea un contador de cartas. De ese modo, para los usuarios de las estrategias básicas, el jugador nunca debería arruinar una mano casi perfecta. Simples cálculos matemáticos demuestran que el crupier tiene una mínima posibilidad de conseguir un Blackjack o un 21 con varias cartas contra el 10-10 del jugador.

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Los contadores de cartas suelen dividir los 10 una vez que han identificado una situación en la cual la división de su mano les dé una ventaja superior en el juego. Si el jugador no está contando las cartas, no hay razón para que divida los 10.

 

Dividir los 9

De acuerdo a las estrategias básicas, el jugador debería dividir los 9 contra cualquier carta numérica que tenga el crupier, excepto un 7. La razón es que si el crupier tiene un sieta, él tiene una gran posibilidad de conseguir una carta tapada que valga 10 y se plantará en un 17 duro, entonces ganará el 9-9 del jugador.

Incluso si la carta tapada del crupier no es 10, él tiene una significativa posibilidad de conseguir una mano muerta (con 9, 8, 7, 6, 5) y tendrá una alta probabilidad de pasarse.

Dividir los 9 del jugador contra un 9 del crupier es una buena elección, porque el 18 del jugador puede ser superado fácilmente por una carta tapada que valga 10.

 

Dividir los 8

Dividir los 8 es un poco complicado, pero es la elección correcta para esta mano. Un 8-8 es la mano muerta más difícil de jugar, dado que (todo lo demás es igual) enfrenta el mayor número de cartas que la harían pasarse. Pero, superar a un 8 es mucho más fácil y tiene una posibilidad decente de, incluso, convertirla en una gran mano.

Así entonces, al dividir los 8-8, el jugador aumenta, en forma significativa, sus posibilidades y, al final, perderá menos dinero. Una mano de 8-8 en sí misma es muy probable que sea una muy mala mano, en el caso que el crupier no tenga una mano muerta y llegue a pasarse.

Sin embargo, si el jugador divide y recibe una carta que valga 10 o incluso un 9, el jugador tiene una posibilidad mucho mayor de un empate o, aún más, derrotar un 17 del crupier. Además, si el jugador recoge una carta baja como un As, un 2 o un 3, éste puede pedir de nuevo y lograr un 19 o un 20. Si sólo una de las dos manos del jugador se comporta según lo descrito, el jugador se escapará de esta mala mano en un punto de rentabilidad equilibrado, un gran resultado para una mano de 16.

 

Dividir los 7 y los 6

Por varias razones se hace la división de los 7 y los 6 contra una carta descubierta del crupier que vaya de un 2 hasta un 7. Primero, los 7 y los 6 son malas manos de partida (manos muertas), donde se puede, fácilmente, llegar a pasarse después de pedir. En tanto, si el crupier tiene entre un dos y un 7, él queda con una mayor posibilidad de conseguir una mano muerta. Así, sería inteligente probar suerte con una mejor mano, de ese modo, conviene dividir, mientras se espera, también, por una mano muerta del crupier.

 

No Dividir los 5

Debería evitarse dividir los 5 de la misma forma que se dividen los 10, a menos que el jugador sea un contador de cartas. Una mano 5-5 presenta una buena oportunidad para doblar, ya que se tiene una enorme oportunidad de alcanzar una mano en un rango más alto (18-21).

Entre tanto, si el jugador divide los 5, se quedará con dos manos que pueden, fácilmente, convertirse en manos muertas (todos los 10, todos los 9, todos los 8 y todos los 7 harán una mano muerta). Además, la posibilidad de que esas dos manos sean dobladas necesitará otro 5 o un 6 (para un valor total de 10-11) y ya se han recogido dos 5 del mazo.

 

Dividir los 4 es Más Complicado

Dividir una mano de 4-4, generalmente, depende de si está permitido doblar después de dividir. En un juego con DDD, el jugador debería dividir los 4 contra una carta a la vista del crupier de 4, 5 ó 6. Si después de dividir, el jugador consigue un 5, un 6, un 7 o un As, se le presenta una buena oportunidad para doblar, en tanto que es muy posible que el crupier obtenga una mano muerta. Sin embargo, si no está permitido doblar después de dividir, una mano de 4-4 no debería dividirse, ya que una mano de partida de 8 es mejor que dos manos de partida de 4.

 

Dividir los 2 y los 3

Si se permite doblar después de dividir, manos de 2-2 y manos de 3-3 se dividen contra una carta a la vista del crupier que vaya entre un 2 y un 7. Hay unas pocas razones para ello. Primero, obtener un 2 o un 3 da una buena posibilidad de lograr una mano para doblar en contra de una carta a la vista regular del crupier. Segundo, un par de 2 ó 3 hace una mala mano de partida, ya que conseguir un 10 (o un 9 para un par de 3) hará que el jugador logre una mano muerta. Tercero, con una carta a la vista que vaya entre 2 y 7, el crupier tiene una buena posibilidad de llegar a una mano muerta también.