Durante los últimos años, Max Silver ha estado muy cerca en numerosas ocasiones de ganar un brazalete de oro de las WSOP. Anoche, el jugador nacido en Londres, finalmente cumplió su sueño. El jugador superó a un amplio abanico de jugadores expertos y aficionados al póquer en el $3,000 Limit Hold’em 6-Max llevándose el título a casa.
Silver es un habitual en las mesas de las WSOP, habiendo recaudado previamente 24 premios en metálico y vivido grandes actuaciones en torneos importantes. Por ejemplo, terminó 33º en el Evento Principal de las WSOP 2016 por el que ingresó un pago de $216,211. Sin embargo, este no fue su mayor premio en efectivo en las Series. En 2014, el inglés consiguió el tercer puesto en el $10,000 No-Limit Hold’em 6-Handed Championship por $273,646 en metálico. La victoria de anoche le hace sumar unas ganancias totales de más de $1.3 millones en las mesas de las WSOP.
El $3,000 Limit Hold’em 6-Max atrajo a 256 entradas donde sólo siete sobrevivieron para disputar el último día del evento. La acción del Día 3 comenzó con Silver mandando en número de fichas y extendiendo aún más la diferencia con sus competidores al eliminar al primer jugador del día y así establecer la mesa final oficial a seis manos.
A pesar de enfrentarse a una dura competencia, Silver dominó durante la mayor parte de esa etapa del juego. En el momento en que la mesa final se redujo a sólo tres jugadores, el eventual ganador ya había acumulado la mitad de todas las fichas en juego.
El cara a cara final comenzó con él mismo acaparando tres veces más fichas que su último oponente, el californiano Guowei Zhang. Los dos rivales lucharon durante 29 manos antes de que Zhang fuera all in con [8h][3h] contra [Ks][10d] de Silver en la que resultó ser la última mano del evento ya que la mesa descubrió [5c][8c][Jh][4c][Kc]. Zhang se despidió del evento con un pago de $106,694.
Al hablar sobre su victoria, Silver dijo que estaba muy feliz de finalmente haber podido ganar un brazalete de oro después de estar tan cerca en tantas ocasiones. El jugador apuntó que ser el chip leader durante el transcurso de la mesa final sin duda le fue útil, pero no determinante. Según Silver, «jugar las cartas en cada mano» fue lo realmente importante.
Ahora, el inglés se tomará un descanso de cinco días para volar a Nueva York y ver a su esposa. Entonces regresará a Las Vegas, donde planea participar en el evento $25,000 buy-in Pot-Limit Omaha event and the Main Event. El torneo No-Limit Hold’em más prestigioso del mundo se iniciará el 8 de julio en las salas del Rio All-Suite Hotel & Casino.