La tribu Seminole de Florida ha impugnado la reciente decisión de un juez de la Circuit Court respecto a que la instalación de ciertas máquinas tragaperras en salas de póquer, bares y otras instalaciones del estado, no debe interpretarse como una expansión ilegal del juego.
La semana pasada, los representantes tribales enviaron una carta al gobernador de Florida, Rick Scott y a otros altos legisladores, argumentando que la decisión del juez John Cooper violaba el contrato sobre el juego de 2010, según el cual los Seminoles serían el único operador de máquinas tragaperras fuera del sur de Florida.
Tras una investigación del Department of Business and Professional Regulation se encontraron 67 de las controvertidas máquinas Blue Sky Version en diferentes instalaciones de Florida. El DBPR rápidamente denunció que la presencia de los dispositivos representaba un intento de expansión ilegal del juego. El fabricante de las máquinas presentó el caso ante el tribunal. Hace varias semanas, el juez Cooper falló a favor de este último.
Los 67 dispositivos Blue Sky Version cuentan con juegos «pre-revelación» que requieren que los jugadores presionen un botón de vista previa antes de poder jugar. Así, conocen el resultado del juego. Según el juez Cooper, no se requiere ninguna habilidad o se ofrece ninguna oportunidad para que las personas que jueguen puedan cambiar el resultado de ninguna manera posible.
Los Seminoles argumentaron que los dispositivos eran muy similares a las máquinas tragaperras y que la reciente sentencia judicial violaba el contrato sobre el juego de 2010 y su exclusividad en particular. También señalaron que la instalación de las máquinas de juego debe considerarse como una expansión del juego. Fue entonces, cuando los representantes tribales pidieron la inmediata y justa acción del estado.
La tribu paga anualmente un tanto % de sus ingresos del juego al estado a cambio del derecho exclusivo de gestionar los diferentes juegos de casino. Los representantes tribales advirtieron que esos pagos podrían detenerse si no se toman medidas contra la distribución e instalación de las máquinas de juego «pre-revelación».
Bajo las regulaciones del juego del Estado, cualquier movimiento que involucre la expansión del juego, primero debe ser aprobado por la Legislatura.
La exclusividad de los Seminoles sobre las máquinas tragaperras y el blackjack es el principal punto de discusión en dos proyectos de ley sobre el juego que actualmente están siendo considerados por los legisladores estatales. La tribu lleva inmersa en un conflicto legal con el Estado desde hace casi dos años por su derecho exclusivo de gestionar mesas de blackjack.
El acuerdo sobre el juego le aseguró a los Seminoles la exclusividad del blackjack durante los cinco primeros años de su duración. Sin embargo, la tribu argumentó que el Estado violó el pacto al permitir a los pari mutuels ofrecer ciertos tipos de juegos de mesa.
Los dos nuevos proyectos de ley sobre el juego, uno estudiado en la Cámara y el otro en el Senado, contienen disposiciones que afectarían la futura exclusividad de la tribu sobre los juegos de casino. Es por ello que ambas propuestas legislativas no han sido bien recibidas por los representantes tribales. El proyecto de ley de la Cámara fue aprobado mediante una votación del comité la semana pasada y el proyecto de ley del Senado será considerado esta semana por el pleno.