Parece que el culebrón sobre la devolución de impuestos de Borgata Hotel Casino & Spa está llegando a su fin y es que los representantes de se han visto presionados de forma constante para adoptar una postura definitiva sobre el asunto y finalmente, proporcionar una compensación adecuada al casino.
A pesar de que el reembolso debería de haberse realizado en diciembre, Borgata no ha recibido aún ningún pago, lo que ha provocado que sus abogados programaran una comparecencia ante la corte. Estos se personarán mañana en un tribunal de Midtown para pedir al juez que dictamine a su favor.
Borgata es conocido como el mayor contribuyente en Atlantic City y ya fue notificado acerca de la posición final del Tribunal Fiscal de Nueva Jersey. En diciembre, Borgata hizo otro intento para acelerar el procedimiento de devolución mediante la presentación de una demanda ante la Corte Superior, aunque esta logró un éxito esporádico.
Aquellos que se mantienen informados sobre la materia, saben que Borgata entró en una batalla legal hace cinco años. En 2013, los impuestos se redujeron a $880 millones y $870 millones y pese a la apelación presentada por el casino, la decisión final se mantuvo sin cambios.
Además, un acuerdo de pacto, que abarca el período 2011-2015, dice que Atlantic City debe a Borgata aproximadamente $88 millones en reembolsos, excluyendo los intereses. El acuerdo debió de haberse materializado a finales de 2014 pero la ciudad no cumplió con el plazo acordado. Esto dio lugar a un pleito conducido por Borgata con el objetivo de que se juzgase lo ocurrido en el período antes mencionado.
Es evidente que Atlantic City debe a Borgata una enorme cantidad de dinero y el pago de la deuda podría suponer un gran retraso en la resolución de los problemas financieros en los que ha caído la ciudad.
Por el momento, Atlantic City está haciendo todo lo posible para evitar la quiebra y hace frente a los obstáculos financieros sin involucrar a la Corte de Bancarrota. Una vez dicho todo esto, la pregunta sobre cómo Borgata va a ser compensado sigue sin resolverse.
Pedir un préstamo parece la solución más razonable, pero dada la complicada situación financiera de Atlantic City, pedir dinero sería una decisión cara y poco inteligente.
La Autoridad de Desarrollo del Condado de Atlantic se dice que podría pedir prestados los fondos necesarios siempre que el acuerdo esté respaldado con una garantía del condado.
Por el momento, este acuerdo parece ser la única solución a la pobre solvencia crediticia de la maltrecha ciudad. Sin embargo, esta estrategia sólo puede ser eficaz si se incluye en un plan de acción, destinado a tratar el déficit presupuestario estructural.
La otra alternativa que puede que se proponga es aumentar los impuestos pero esta opción necesitaría la aprobación de un juez de la Corte Superior. Sin embargo, hay otra cara de la moneda. El aumento de impuestos daría lugar a una gran cantidad de desacuerdos entre los propietarios de negocios y básicamente, a las autoridades municipales no se les ha dado la «capacidad práctica» para poner en marcha este tipo de modificaciones.