Australia sigue luchando contra la creciente adicción al juego entre los jugadores locales ya que las máquinas tragaperras también conocidas como pokies se están volviendo cada vez más populares entre los clientes.
El creciente número de apostadores problemáticos adictos a las máquinas de póquer australianas ha provocado una masiva ola de críticas por parte de los detractores del juego en el país que afirman que los pokies tienen un poder adictivo que podría tener un efecto negativo en las vidas de los jugadores.
Según los datos proporcionados por el gobierno del estado de Queensland a principios de diciembre, los jugadores australianos generaron unas pérdidas de apuestas por valor de AU$24,000 millones anuales. Más del 50% de estas pérdidas se generaron en máquinas tragaperras disponibles en clubes y bares repartidos por todo el país.
Según informó la BBC, uno de los representantes de la Alianza para la Reforma del Juego, Tim Costello, comparó el juego en Australia con «armas de fuego en Estados Unidos». El Sr. Costello explicó que el número de adicciones es cada vez mayor y esto debe cambiar.
En la actualidad, aproximadamente el 20% de las máquinas tragaperras a escala mundial, también conocidas como máquinas de póquer, se encuentran en Australia. El oeste de Australia las ha restringido a un solo casino, pero en el resto del país son bastante comunes. Por el momento, Australia es el país que tiene más máquinas tragaperras per capita que casi cualquier otro país a escala mundial, con un total de casi 200,000.
El promedio de gasto por jugador es de alrededor de AU$1,300 al año, según datos publicados por Charles Livingstone, uno de los investigadores de juegos de apuestas de Monash University con sede en Melbourne.
Según el portavoz de la Alianza para la Reforma del Juego, el estrés del juego empuja a más de 400 residentes locales a suicidarse cada año siendo esta cifra revelada por la Comisión de Productividad del país. El Sr. Costello ha compartido sus pensamientos sobre las pokies, culpándolas de haber sido creadas para jugadores adictos al generar niveles de dopamina en los cerebros de los clientes al mismo nivel que la cocaína.
En 2018 se facilitará un registro nacional de autoexclusión
La verdad es que muchos jugadores no ven nada malo en las pokies, ya que las ven como un pasatiempo inofensivo. Otros, sin embargo, son arrastrados hacia la adicción al juego que les hace olvidar todo lo demás. Además de un número cada vez mayor de adictos al juego en el país, Australia también presenta algunas de las mayores pérdidas en el juego del mundo.
Como resultado, las autoridades locales han estado buscando una manera de abordar los daños relacionados con los juegos de azar con el fin de minimizar los efectos negativos que los juegos de azar, y más específicamente, las máquinas tragaperras, podrían tener sobre los residentes. Se espera que en 2018 se lance oficialmente en el país un registro nacional de autoexclusión para que los clientes locales tengan la oportunidad de prohibirse su entrada de manera efectiva en las páginas web y aplicaciones de juegos de apuestas online.
Esta medida tiene como objetivo ayudar a las autoridades a proteger a los miembros más vulnerables de la comunidad local. Por el momento, alrededor de 200,000 jugadores australianos tienen un «problema de alto nivel» con los juegos de azar. En comparación, se ha descubierto que hasta 400,000 jugadores tienen dificultades para lidiar con un «problema de nivel inferior» con el juego.