El operador australiano Crown Resorts se ha visto involucrado una vez más en una seria controversia después de que una ex empleada haya llevado a la compañía a los tribunales alegando que había presenciado múltiples casos de malas condiciones de seguridad y salud laboral durante su estancia en la compañía.
La Australian Financial Review informó hoy que Audrey Gatt había trabajado para el operador de juegos de azar durante cinco meses antes de ser despedida en abril por «desempeño insatisfactorio». La Sra.Gatt contrató a un abogado para ayudarla a convencer a un Tribunal del Circuito Federal que su contrato había terminado de forma ilegal. Pide una indemnización por quedarse sin empleo y la sanción máxima para Crown.
La Sra. Gatt dijo a la corte que mientras trabajaba en el operador australiano, presentó más de 20 quejas OHS, algunas de las cuales bastante chocantes, de hecho, ese fue el motivo de su despido.
La ex gerente de primeros auxilios en el operador de casino, la Sra. Gatt presenció un incidente de violencia doméstica, que el personal del casino ignoró ya que involucraba a un político del sudeste asiático. El político amenazó con no visitar más ningún casino de Crown si el incidente se hacia público. Como resultado, la mujer involucrada en el incidente se tuvo que atenderse a sí misma.
Otro caso involucra a un chef que sufrió quemaduras graves, pero no se le permitió abandonar su de trabajo antes del final del día e ir a la oficina de primeros auxilios para recibir el tratamiento adecuado.
La Sra. Gatt también comentó en su comparecencia ante la corte que otros empleados habían expresado preocupaciones similares, pero que todos habían sido ignorados por sus superiores.
Un portavoz de Crown Resorts les dijo a los medios que no podían proporcionar detalles porque el asunto está siendo revisado en un tribunal.
Recientemente, Crown Resorts recibió el muy esperado cierre de otro caso judicial en el que había estado involucrado. El pasado octubre, 19 representantes fueron detenidos en China tras una serie de redadas policiales debido a la promoción ilegal de los servicios de casino en el país, actividad que se considera ilegal .
Tres de los empleados de la compañía fueron liberados poco después, pero los otros 16 permanecieron detenidos en dos centros de Shanghai. A finales de junio, el tribunal local sentenció a diez de los representantes a nueve meses de prisión desde la fecha de su detención. Los otros seis, entre ellos el Jefe de Juego VIP de Crown Jason O’Connor recibió diez meses de condena.
Las detenciones en el continente chino afectaron la rentabilidad del operador de casino de una forma casi irreparable. Crown vivió la fuga masiva de sus jugadores VIP y vio como sus acciones se desplomaban considerablemente en las semanas y meses posteriores al incidente. Como resultado, la compañía decidió vender su negocio internacional y centrarse únicamente en las operaciones domésticas en un intento por mejorar su situación financiera y general.
Actualmente, Crown opera dos complejos integrados en Melbourne y Perth y tiene programado comenzar en Sydney la construcción de un complejo hotelero y casino de más A$2,000 millones.