Este lunes el juez Martín Converset dictó la decisión solicitada por la ciudad de inhibir todos los bienes de la explotación de Cristóbal López que integran el Hipódromo Argentino de Palermo y el Casino Club.
La decisión del juez vino como resultado de la deuda de no pagar impuestos de 1.8 millones de pesos de Cristóbal López porque él no había pagado los impuestos por los ingresos recaudadas de las máquinas tragamonedas.
El gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta presentó la medida de inhibición general de bienes del Hipódromo Argentino de Palermo y el Club Casino SA que viene como respuesta a la deuda de ingresos brutos acumulados desde el año 2010 hasta 2015 del empresario que tiene con el fisco local.
La medida dictada por el juez tiene como objetivo que las empresas que utilizan máquinas tragamonedas devuelvan las deudas correspondientes de impuestos sobre los Ingresos Brutos a la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos de Palermo.
Después de ordenar la inhibición, Converset añadió que los abogados del Gobierno deberían individualizar previamente los registros, identificar los bienes a cuales pide el embargo ya que no fueron indicados en la demanda para que sea efectiva la medida.
¿Pero qué exactamente incluye la inhibición general de los bienes? La primera medida es el bloque bancario de las empresas incluidas en el distado. Bajo la investigación de la AFIP y la Lotería Nacional, Cristóbal López ha comenzado un proceso de transferencia de sus acciones a su socio, Ricardo Benedicto, en uno de sus negocios de casinos y tragamonedas. Los mayores accionistas son López, Benedicto y Castellanos con 30% y Hector Cruz con 10%.
Es interesante decir que la operadora es Casino Club aunque Inverclub se encarga con las acciones. La empresa gestiona 27 casinos en todo el país. A través de sus máquinas tragamonedas el hipódromo de Palermo factura $225 millones diarios según los cálculos del gobierno donde la mayoría es de Hipódromo de Palermo, Haspa y casi 30% son de Inverclub. La asociación de Inverclub, Haspa y la española Cirsa factura más de $87 millones de máquinas a diario y también posee de salas de juego en Mendoza, Ezeiza, Malvinas Argentinas y Olavarría.
Desde 2003, en la Patagonia, López empezó el monopolio del juego a través de Casino Club donde posee casi un tercio de los acciones de la firma y aunque ya ha empezado los primeros pasos para vender su negocio, el empresario decidió mantener uno de sus negocios, la Cadena de hoteles posee de algunos hoteles boutiques.