
«¡Nadie fue más rápido, nadie fue más inteligente y nadie fue mejor!» esto es lo que dice uno de los jugadores y una de las personalidades más influyentes de la industria del póquer como es Mike Sexton al comienzo del documental ganador del premio Emmy One of a Kind: The Rise and Fall of Stu Ungar. Por supuesto, se refería al difunto (y gran) Stu Ungar, que era un amigo cercano suyo.
Sin embargo, el comentario de Sexton no se basa únicamente en su amistad. Stu Ungar fue y sigue siendo uno de los grandes nombres de la comunidad del póquer. Fue uno de los dos profesionales que consiguieron alguna vez ganar lo impensable, es decir, ganar el Campeonato WSOP tres veces. Para explicar mejor por qué Ungar es considerado uno de los mejores jugadores de póquer del mundo, si no el mejor, también debe tenerse en cuenta que ganó la Super Bowl of Poker, el segundo festival de póquer más famoso de los años 80, también tres veces. No existe ningún otro jugador en la historia que haya ganado tres veces cada uno de los dos torneos.
Siendo el hijo de uno de los principales apostadores de Nueva York, Ungar se inició en el juego desde una edad muy temprana y este siempre ha sido parte de su vida. Sin embargo, su carrera como jugador de cartas no comenzó con el póquer. En primer lugar, Ungar fue un maestro del gin rummy y luego transfirió su atención al póquer. La palabra «maestro» es la palabra exacta para describir el conocimiento que Ungar tenía del juego.
A pesar de los esfuerzos de su padre por mantenerlo alejado de los juegos de azar, el jugador era muy joven cuando aprendió a jugar al gin rummy y rápidamente se hizo un nombre por sí mismo. Es cierto que Ungar fue apadrinado por algunos de los mejores jugadores del mundo en ese momento, pero no podría haber llegado a ser que lo que logró ser, si no hubiera sido por su inteligencia indiscutible. Ungar fue descrito por sus maestros en la escuela como un estudiante superdotado, sobre todo con unas habilidades sobresalientes en matemáticas. En otras palabras, sus logros en el gin rummy (y más tarde sus logros en el póquer) se deben atribuir en gran medida a su brillante mente.
Como se mencionó anteriormente, Ungar fue seducido a una temprana edad por la escena del juego de Nueva York. Al conocer a algunos de los mejores jugadores de gin rummy del mundo, absorbió todos los conocimientos acerca del juego, desarrolló sus propias técnicas y estrategias y no pasó mucho tiempo antes de que el estudiante eclipsara a sus maestros. Ungar fue rápidamente reconocido como el mejor jugador de gin rummy del juego clandestino de Nueva York. Derrotó a todos (o casi todos) los que se atrevieron a desafiarlo.
La escena del gin rummy de Nueva York se convirtió en algo aburrido para el jugador y se trasladó a Las Vegas en busca de aire fresco y caras nuevas. Su reputación y popularidad creció aún más en la meca del juego más grande del mundo en ese momento. Allí se hizo un nombre incluso más rápidamente, derrotando a algunos de los jugadores de gin rummy más respetados del mundo.
Según se tiene constancia, Ungar derrotó a Harry «Yonkie» Stein, que era conocido como el mejor jugador de rummy del mundo de su tiempo, 86 partidas en una noche. Lo que hizo de su logro algo aún más digno de reconocer fue el hecho de que Ungar no perdió ni una sola partida durante la noche. Según los colegas de Stein, este no volvería a ser el mismo jugador después de su enfrentamiento con el mucho menos experimentado y más joven Ungar.
No pasó mucho tiempo antes de que el prodigio nacido en Nueva York fuese laureado como el mejor jugador de gin rummy de todos los tiempos y nadie le superaría incluso después de su desafortunada muerte. Después de derrotar a los mejores de los mejores en múltiples ocasiones, eran pocos los que querían seguir jugando al gin rummy contra Ungar. El propio jugador se cansó de no tener mucha competencia y cambió al póquer.
En el póquer demostró ser igualmente de competente. A pesar de que Ungar se consideraba mejor jugador de gin rummy (de hecho, creía que no habría ninguna persona que jamás superara sus logros en el gin rummy), fue más conocido por sus logros de póquer, probablemente debido a una mayor popularidad del juego entre los jugadores de cartas.
Ungar ganó su primer brazalete de oro WSOP y su primer título de un Evento Principal en 1980. No derrotó a otro sino a la leyenda del póquer Doyle Brunson para convertirse en el jugador más joven que jamás hubiera ganado por aquel entonces el Campeonato Mundial $10,000. El jugador tenía 27 años cuando ganó su primer título de un Evento Principal. El jugador defendió con éxito su título en 1981, esta vez jugando el cara a cara final contra Perry Green. Durante la edición de 1981 de las WSOP, Ungar recibió otro brazalete por liderar el torneo $10,000 No-Limit Deuce-to-Seven Draw.
Consiguió su cuarto brazalete de oro en 1983 por ganar el torneo $5,000 Limit 7-Card Stud. Ungar ganó su quinto y último brazalete de oro WSOP y el tercer título de un Evento Principal WSOP en 1997, solamente un año antes de su prematura muerte. Como se mencionó anteriormente, sólo existen dos jugadores que hayan ganado tres campeonatos del mundo WSOP en la historia del torneo, siendo Ungar uno de ellos y Johnny Moss el otro. Sin embargo, uno de los títulos de Moss le fue otorgado mediante una votación de los jugadores y no por ganar el torneo de la forma tradicional, por lo que podría decirse que el logro de Ungar no fue y ni ha sido aún igualado por nadie.
Además de eso, el jugador ganó tres títulos Super Bowl of Poker de Amarillo Slim a lo largo de su carrera. En los años 80, el Super Bowl of Poker era considerado como el segundo mayor y más popular torneo de póquer del mundo. Ningún otro jugador ha ganado nunca tres campeonatos del mundo WSOP y tres títulos Super Bowl of Poker. Pero incluso sin estos logros, Ungar tenía una reputación que hacía temer a sus rivales, la de mejor jugador de No-Limit Hold’em que jamás haya pisado la tierra.
De manera similar a otras personas de gran inteligencia y grandes habilidades en sus campos, Ungar, también tenía que hacer frente a sus demonios personales, un ser interior cargado oscuridad que pudo con su voluntad de vivir y luchar por su vida. La cocaína resultó ser su demonio interior que le quitó la vida de una manera terrible y prematura.
Ungar fue encontrado muerto en una habitación de hotel barato en Las Vegas el 22 de noviembre de 1998. Más tarde, los médicos forenses llegaron a la conclusión de que su muerte fue causada por una enfermedad cardíaca, como resultado de años de abuso de drogas. Ungar será siempre recordado por su extremadamente agresivo estilo de juego de póquer, sus múltiples victorias en los torneos de póquer más prestigiosos del mundo y por supuesto, por su reputación en el gin rummy. De hecho, todos creen que se tardará bastante tiempo antes de que se superen sus logros, si es que alguna vez se superan.
